Existen en mi mente tres preguntas interesantes sobre la decisión de Estados Unidos y de Canadá de abrir el proceso de solución de disputas por violaciones mexicanas a una serie de artículos del T-MEC. La primera versa sobre si Biden le avisó a López Obrador en Washington de lo que venía (algunos funcionarios del área cultural de la 4T utilizarían términos más precisos: doblada). La segunda se refiere a Ottawa: ¿se pusieron de acuerdo los dos socios de México