Es una mezcla generalizada de sentimientos: “indignación que causa enojo”, “apetito o deseo de venganza”. Son las primeras acepciones de la RAE de la palabra “ira”. En el caso de la ministra merodea la ira. Pero ese sentimiento no es buen consejero.
Es una mezcla generalizada de sentimientos: “indignación que causa enojo”, “apetito o deseo de venganza”. Son las primeras acepciones de la RAE de la palabra “ira”. En el caso de la ministra merodea la ira. Pero ese sentimiento no es buen consejero.