La expresión la popularizaron los filósofos ingleses. Quizá fue una reacción a la brillante, pero muy compleja corriente filosófica conocida como la Escuela de Frankfurt que no negaba la “cruz de su parroquia”: Hegel en todos. Cuando el análisis cae en la trampa de lo abigarrado y oscuro, nadie gana. Es mejor intentarlo de nuevo con una naive theory, una aproximación deliberadamente ingenua.