Tiene razón Sheinbaum en lo que dijo en la mañanera del pasado 22 de agosto: “Ahora vamos a hacer […]algunas reformas para seguir combatiendo a los factureros, […]. Y ello, pienso yo que nos va a dar más recaudación que cualquier incremento que pudiéramos hacer al ISR”. Una reforma fiscal que aumente tasas impositivas implica gravar a los de siempre y sin cerrar el hueco de las factureras el erario continuará perdiendo carretadas de dinero.