De larga carrera diplomática, colaborador de Olof Palme, un hombre progresista y muy ilustrado, autor de múltiples libros igual sobre Centroamérica o Afganistán, México estaba en su radar. Llamé por teléfono a la Cancillería. En las primeras planas de los diarios dominaba una discusión sobre visados, migrantes o algún tema de su área. Pensé que cancelaría. Queríamos cruzar información. Me recibió puntual, charlamos quizá media hora. El teléfono sonó, pero no recuerdo interrupciones. Al salir le pregunté, cómo es posible que no hayas tenido que atender el asunto. Me contestó asombrado, eso lo debe contestar la Oficina Central de Estadística (SCB). No tengo porqué discutir con un periodista sobre cifras, hay datos oficiales. Su nombre, Pierre Shori.