No tiene mucho sentido repetir lo que muchos han dicho. La “cumbre” de la CELAC fue un fracaso rotundo por la falta de convocatoria, por la incapacidad de los países bolivarianos como México, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, y en menor medida Argentina, de siquiera formular una propuesta disque de alternativa a la OEA, o de remover a su actual secretario general