La mentira es tema apasionante. Desde la antigua Grecia empezó el discernimiento. Había los dioses de la mentira, pero también el uso de la mentira en las epopeyas, para sobrevivir. Los conceptos, se afinaron: el que miente por desconocimiento o error, no es un mentiroso, es un charlatán. Platón llegó a hablar de la mentira
“noble”. Para ellos la mentira tenía un potencial maligno y otro estratégico. El quiebre ético es la falsedad, que delata la intención.