AMLO le apostó a un precio alto del crudo. Decidió invertir en exploración y producción en Pemex incluso después de la dramática caída del precio del crudo en marzo del 2020, cuando el mundo se confinó. Este desplome y el miedo a que las energías limpias desplacen a los hidrocarburos llevaron a que muchas empresas petroleras dejaran de invertir.