El sexenio es un cronómetro avanzando sin piedad. La angustia del tiempo perdido y el fin del mandato pueden llevar a decisiones apresuradas y dañar al país en sus perspectivas de crecimiento. Ya lo hemos visto.
El sexenio es un cronómetro avanzando sin piedad. La angustia del tiempo perdido y el fin del mandato pueden llevar a decisiones apresuradas y dañar al país en sus perspectivas de crecimiento. Ya lo hemos visto.