Escribí aquí hace unos meses que al costo ya conocido del AIFA —penalidades por cancelar Texcoco, costo de construcción, costo de conectividad, etc.— había que añadirle el subsidio cotidiano a Santa Lucía, mientras operara con muy poco aforo. Doce vuelos diarios no dan para cubrir los gastos de energía, personal, mantenimiento, etc., sobre todo si dichos vuelos reciben un subsidio propio de TUA y de slots. Pues ahora resulta que es necesario agregar un costo adicional al Felipe Ángeles: el de la reparación de la Terminal 2 del Benito Juárez.