La llegada del internet a amplios segmentos de la población presagiaba más y mejor información para el consumidor y el votante. Esto permitiría tener mercados más eficientes y gobiernos más cercanos a la voluntad popular.
El consumidor sí ha ganado. Puede comparar precios y calidad de los productos con mayor facilidad, aunque esto ha ido cambiando: los grandes proveedores de servicios como Amazon priorizan la información del oferente con dinero para anunciarse.