Es absolutamente comprensible que la comentocracia se vuelque sobre el caso de la Casa Gris y, de manera concomitante, con el de la inadmisible agresión y la flagrante invasión a la privacidad de López Obrador a Carlos Loret. Por tanto, resulta en alguna medida innecesario que otros lo hagamos, en vista de que no es ni mucho menos el único frente que ha abierto el gobierno en las últimas semanas, aunque sea el más importante.