A fines del sexenio de Felipe Calderón, como respuesta a su dificultad para conseguir los votos necesarios en el Congreso para lograr la aprobación de sus propuestas, algunos analistas políticos plantearon construir un régimen electoral que premiara al ganador de la Presidencia con una mayoría en el Legislativo. Así, no sería bloqueado por la oposición.