El acto subleva. Un mexicano de gran valía, estuvo a punto de morir. Profesionalismo, rectitud,
apertura, lo marcan. Sin periodismo libre no hay democracia. En ese sentido, el atentado fue contra nuestra democracia. Por fortuna Ciro Gómez Leyva está vivo. Pero ya son muchos los caídos. Qué pasa. México está envenenado.