Hace
más de dos décadas, un hombre -Carlos Fernández Márquez- cayó de la Torre de
oficinas de PEMEX. Profesionista, con una relación familiar de alrededor de 20
años, el caso sacudió a muchos. No había nadie en la oficina que pudiera dar
testimonio de qué ocurrió. Especulaciones fueron y vinieron, que si se acercó a
la ventana a fumar un cigarrillo y perdió el equilibrio, que podía tratarse de
un suicidio y otras. Pero, bien a bien, nada podía probarse. Nada puede
probarse en el 2025. PEMEX lo registró como un “accidente”.