Con toda la legitimidad y el poder obtenido con el triunfo en las urnas
hace tres años, AMLO tenía la mesa puesta para ser un gran Presidente. No
heredó una crisis macroeconómica y tuvo una tersa transición con Peña Nieto.
Con toda la legitimidad y el poder obtenido con el triunfo en las urnas
hace tres años, AMLO tenía la mesa puesta para ser un gran Presidente. No
heredó una crisis macroeconómica y tuvo una tersa transición con Peña Nieto.