Con Estados Unidos, los policías buenos son… malos
Muchos integrantes y epígonos del gobierno responsabilizan a “politiqueros” republicanos de Estados Unidos del actual deterioro de la tersura en nuestra relación con el vecino del norte. Dentro de los republicanos, culpan a sus afanes de reelección en noviembre por las supuestas ofensas de las que hemos sido objeto en las últimas semanas.
Sin resultados
El triunfalismo y las flaquezas del discurso presidencial sabatino se entenderán mejor si regresamos a los fraudes electorales de 1988 y 2006.
Otro discurso más sobre el “método” (el de la oposición, no el de Descartes)
Se entiende que los partidos de oposición prefieran esperar hasta después de las elecciones del Estado de México para resolver el espinoso dilema del método para designar a quien ocupará la candidatura presidencial el año entrante.
COMPLICIDAD
Fomentar el odio, el fanatismo, la irracionalidad, la intolerancia es relativamente sencillo. Más aun estando en el poder. La pregunta -sin respuesta sencilla- es, ¿cómo contenerlo?
Marchas
Como muchos de mi generación, participé en varias marchas de protesta por la “caída del sistema” en la elección de 1988. No pude asistir a las concentraciones de la campaña electoral a favor de Cuauhtémoc Cárdenas, por estar viviendo fuera del país.
Verdad histórica
Desentrañar la vida de Genaro García Luna nos permitiría entender mejor las sutilezas del pacto de impunidad entre las élites mexicanas y las complicidades entre las instituciones de seguridad de Estados Unidos y México.
Intervencionismo
“Política industrial” fue un término maldito tras los fracasos de loscgobiernos de Echeverría y López Portillo para impulsar una manufactura menoscdependiente de insumos del exterior. El intervencionismo nos dejó una crisis fiscalcy poca manufactura exportable, a pesar de las devaluaciones de 1982.
Agravios
El zócalo volvió a llenarse el domingo pasado. Al día siguiente el presidente se lanzó con una filípica de 37 minutos durante la cual descalificó a 57 asistentes a la concentración entre los que me incluyo.
La marcha y el sofisma del gobierno
Parece que el espíritu aristotélico ha invadido Palacio Nacional, por lo menos después de la megamanifestación del domingo. López Obrador y sus acólitos han procedido a construir un aparente silogismo que no es nada más que un simple sofisma. Pero, como suele suceder con este tipo de recursos retóricos y lógicos, pueden revertirse contra sus autores o por lo menos ponerlos en evidencia.
¿SERÁ MIEDO?
¿Cuándo ocurrió? En qué momento decidieron quedarse con todo. México giraría en torno suyo. ¡Qué ego! ¿Únicos e insuperables? ¿Fundadores de una nueva nación? Qué ingenuos. O es algo diferente. Su desequilibrio y voracidad, hoy los ahogan.